Esta secuela se va alternando en dos tiempos, a través del flashbacks, se ven imágenes del “Club de Perdedores” en su adolescencia y en su narración al darle más vida a estos personajes también vamos conociendo que fue de ellos en su adultez. Ahora en esta nueva etapa deben estar muy unidos para vencer al maléfico Pennywise (Bill Skarsgård, una vez más se luce, es espeluznante y su interpretación es excelente. Uno de mis candidatos para ganar el Oscar) al representar el mal tiene la particularidad de tomar todas las formas que desee y ser muy amenazante, el grupo debe superar los temores de la infancia y vencer las angustias del pasado para tener alguna posibilidad de vencerlo.
Han pasado 27 años e hicieron un pacto de sangre, los que conforman “El Club de los Perdedores”: Mike Hanlon (Isaiah Mustafa), el único que se quedó y creció en Derry, se encarga de llamar por teléfono al grupo para reunirlos, Bill Denbrough (James McAvoy, hace un buen juego interpretativo), Beverly Marsh (Jessica Chastain, esta correcta y bien elegida), Stan (Andy Bean), el ingenioso Ritchie Tozier (Bill Hader, estupendo en cada escena y también le da un toque cómico) y Ben (Jay Ryan).
El casting es impecable, lo conforma un elenco con buena química, el director explota muy bien el material, habla de la amistad, el bullying, los traumas y los miedos de la infancia. No busca tanto los sobresaltos, va por la aventura, transita mucho por las emociones y el hecho de que siempre vencer al mal es un gran desafío. Contiene mucha tensión, intriga, suspenso, el ritmo tiene algunos vaivenes, resulta perturbadora, contiene varias secuencias que te ponen la piel de gallina, es más oscura y escalofriante. Llega a la mente de los espectadores.
Hay otros personajes como el de Javier Botet, Teach Grant (su personaje es Henry Bowers, representado en su adolescencia por Nicholas Hamilton), cameos, sorpresas y Muschietti hasta se anima a hacerle un pequeño homenaje al Club Atlético Independiente, ya que es fanático; como así también a otras películas y al mismo Stephen King. Dentro de los rubros técnicos hay que destacar: dirección de arte, sonido, vestuario, fotografía, la recreación de época y la música de Benjamin Wallfisch. Un film disfrutable.