“…Los miedos de los niños solían ser más simples y poderosos. Los miedos infantiles, con frecuencia, se convocan con una sola cara… y si hacía falta un cebo, ¿a qué niño no le gustaba un payaso?” – Stephen King
Este jueves se estrena la adaptación de la famosa novela de Stephen King, dirigida por el argentino Andrés Muschietti (“Mamá” -2013- ). Acá te contamos qué podes esperar del film y si representa una adaptación digna del material original.
Corría septiembre de 1986 y se publicaba una de las novelas más espeluznantes del maestro del terror literario, Stephen King. “It” (“Eso”) rápidamente se convirtió en un fenómeno cultural y en un clásico de la literatura moderna que atrajo tanto a adolescentes como adultos. La historia era atractiva por la sinceridad con la que se narraba la pubertad y la inocencia de los chicos en contraste con el hecho de convertirse en grandes y de ser el resultado de todas las vivencias de la juventud. Lo interesante de la obra era su estructura alternante entre el pasado y el presente de los personajes que sufren el acecho del monstruo/entidad del título. Si bien la serie de 1990 intentó reproducir este método narrativo en el medio audiovisual, el resultado fue una ficción desprolija y llena de flashbacks que tornaban al relato muy discontinuo e interrumpido.
Una de las cosas interesantes que propone esta versión de 2017 (27 años después de la primera película, que se corresponde a la misma cantidad de años que hiberna IT en el libro), es que esta primera parte narra los acontecimientos de la infancia de los personajes, sin profundizar en la adultez de los mismos. Esto es uno de los puntos a favor de la cinta, debido a que no solo tiene más metraje para dedicarle a la niñez de los protagonistas sino que también Muschietti puede transmitir la información de la trama de una manera más visual que dialogada (algo que no pasaba en la versión de ’90, donde reinaba el diálogo explicativo y expositivo).
Comencemos por el principio, el film narra los sucesos que rodean al pueblo de Derry (Maine) cuando empiezan a desaparecer niños sin una explicación lógica. Los adultos del pueblo no parecen darle mucha importancia a este hecho, por lo que una pandilla de amigos lidia con sus mayores miedos al enfrentarse a un malvado payaso llamado Pennywise (Bill Skarsgård), cuya historia de asesinatos y violencia data desde hace muchos siglos atrás. Estos chicos deberán unirse para evitar que se prolongue la ola de asesinatos.
El film en primera instancia es un Coming Of Age y en segundo plano una historia de terror. Recuerda un poco a películas como “Cuenta Conmigo” (otra adaptación de King), “Los Goonies”, “E.T” y a la más reciente serie “Stranger Things”, donde el foco está puesto en los niños y en las aventuras que estos viven mientras crecen y aprenden sobre el amor, la amistad y la camaradería.
El fuerte de este relato radica en el impresionante elenco que logra reunir, y en la estupenda dirección de Andy Muschietti que consigue marcar su impronta y estilo personal en una historia ajena que toma como propia. Los protagonistas son el hermano de la primera víctima del payaso conocido como Bill Denbrough (Jaeden Lieberher), el bromista y cínico Richie Tozier (Finn Wolfhard, un gran papel de la joven promesa de “Stranger Things”), el hipocondríaco Eddie Kaspbrak (Jack Dylan Grazer), el miedoso Stanley Uris (Wyatt Oleff), Ben Hanscom (Jeremy Ray Taylor), un chico nuevo al que le gusta leer; Mike Hanlon (Chosen Jacobs), un joven afroamericano víctima de la discriminación y Beverly Marsh (Sophia Lillis), la única chica en el grupo conocido como El Club de Los Perdedores, la cual sufre del abuso de su padre y de sus compañeros de colegio.
En la relación entre los chicos (peleas, bromas, enfrentamiento al bullying, romances y, en definitiva, amistad) es donde la película mejor funciona. El comienzo es perfecto, con la secuencia inicial donde Georgie se convierte en la primera víctima de Pennywise es que va a establecerse el clima y el tono del film. El guion se tomará su tiempo para desarrollar las historias (subtramas) y los miedos de cada personaje, de manera alternada y con algunos buenos sobresaltos en las apariciones del payaso asesino. La caracterización de Bill Skarsgård es intimidante y perfecta, logrando ser aterrador y amenazador.
Por el lado de los aspectos técnicos, se destaca el manejo de cámara, en el cual se utiliza mucho el plano holandés, reflejando la inestabilidad de los niños en el pueblo, la sobria pero efectiva fotografía de Chung Chung-hoon (Colaborador habitual de Chan-Wook Park, director de “Oldboy”), una banda sonora funcional y característica de este tipo de género y finalmente un gran montaje.
Ahora bien, en lo que adaptación respecta, la película logra permanecer fiel al material original y a su vez actualizarlo y sacarle algunos pasajes que hoy en día resultarían inverosímiles o poco audiovisuales. La muerte de Georgie es fiel al libro y resulta espantosa y necesaria para lo que vendrá a continuación. Después, las apariciones de Pennywise y los miedos de los chicos difieren un poco a los del libro (en la novela algunas formas de la criatura correspondían a personajes de películas de horror de los años ’50, año donde transcurría la narración), pero le agregan una cuota de credibilidad y de sencillez a los temores de la niñez. Por otra parte, se mantiene la esencia de los adultos como seres despreocupados y, en muchos casos, desagradables (abuso, violencia, etc.)
Otro logro de Muschietti a nivel adaptación está relacionado con conservar los detalles más cruentos del libro. Por lo general, siempre fue complicada la cuestión de la violencia hacia los menores de edad en el cine mainstream, pero el director logra mostrar algunos aspectos siniestros de la novela donde se ven asesinatos, mutilaciones, entre otras cosas.
La naturaleza del texto se respeta en el relato y los cambios son bastante intrascendentes (se cambian los ’50 por los ’80 con toda la movida cultural que eso implica, el enfrentamiento final con el payaso es más “realista” y los chicos no se dedican a fabricar balas como lo hacían en la novela).
En síntesis, “It” (2017) es un film entretenido, escalofriante, gracioso y emocionante. Una película que combina muy bien el terror con momentos cómicos. Una adaptación hecha y derecha que está muy por encima de la serie del ’90. Un relato que se hace fuerte a partir de un excelente proceso de casting y una muy bien cuidada y sólida dirección de Muschietti. Un peliculón de aquellos que no dejarán indiferente a ninguno y un gran exponente del cine de género.