It", miedo a lo inexplicable
Lo inexplicable da miedo. Si fuese posible encarar el tema central de "It" como una noticia -un payaso que hace desaparecer niños- hay una sola pregunta que quedaría sin respuesta. Posiblemente en esa incógnita -como en casi todas las buenas películas de terror- radica el éxito de la película dirigida por el argentino Andrés Muschietti. El filme responde qué, quién, dónde, cómo y cuándo suceden las cosas. Pero no responde por qué ese payaso siniestro que vive en las alcantarillas aparece cada 27 años desde 1908 ni tampoco el móvil de sus crímenes. En eso y en la dirección de Muschietti, que evita los golpes bajos y que sugiere más de lo que muestra, radica la eficacia de esta versión.
Durante más de dos horas ese ser siniestro que se hace llamar Pennywise se dedica a torturar psicológicamente y a intentar apropiarse de varios chicos conocidos como Los Perdedores, con el hermano del primer desaparecido como líder del grupo. La primera mitad del filme ambientado en los 80 y no en los 50 como el original, describe cómo afecta el personaje a cada uno de ellos aprovechándose de sus miedos y debilidades hasta que comienza la fase de ataque en la que el grupo decide enfrentarlo. Y allí aparece una nueva incógnita por resolver cuando el final queda abierto a una segunda parte de este filme que tiene mucho para dar y un gran interrogante por responder.