Clint Eastwood se mete con un personaje revulsivo, temido, poseedor de todos los secretos que lo hacían acumular poder a los largo de muchos años de historia norteamericana: sobrevivió a 8 presidentes, inventó el FBI y se quedó, intocable, hasta su muerte. Pero al retrato descarnado de ese hombre obsesivo, extremo, lleno de miedos, que veía al comunismo como a una enfermedad y a cualquier cambio como un atentado, suma su historia de amor homosexual. Justamente él, que era, además de racista, homofóbico. Con un maquillaje a la antigua, que puede ser un homenaje a una época del cine, con un trabajo muy bueno de Leonardo Di Caprio, el film es riguroso, en apariencia sencillo y realmente profundo. (###)