J. Edgar

Crítica de Ulises Picoli - Función Agotada

Miedos

Una biopic tiene sus lugares habituales. Están esos hechos controversiales, esa caída al abismo, la redención. O sea, la batalla de una vida en la que se sale victorioso, o casi.

Clint Eastwood. Perdón. El gran Clint Eastwood (porque aunque su última película Más Allá de la Vida me disgustó bastante, sigue siendo enorme) se atreve a contar la historia de J. Edgar Hoover. Todo un instituto dentro del Buró Federal de Investigaciones. Un hombre que fue su director durante casi cincuenta años, y mientras siete presidentes pasaron durante su gestión (demócratas y republicanos), él siguió a cargo, algo nada sencillo.

El comienzo nos dibuja a un Hoover (otra buena actuación de DiCaprio) ya en su declive, cuando su caza de comunistas suena a la de un obsesivo (algo que siempre fue), aferrándose al poder y a su posición a cualquier costo, con la mente puesta en la opinión pública sobre su persona. Entonces empieza a relatar su autobiografía para que la gente conozca "la otra versión" de los hechos. En ese compendio de sucesos públicos y privados es donde Eastwood agudiza la visión. Se repasa la sumisa relación frente a su madre, una déspota e inalcanzable Judi Dench, la homosexualidad reprimida, los juegos con el poder y el espectáculo, la persecución a los comunistas. Hechos que podrían sonar como una mera acumulación, pero que a Clint le sirven para trazar a J. Edgar.

Su elección en la opacidad del film nos recluye en ese mundo de burócratas, oficinas y hombres de negro. Eastwood nos llena de esa oscuridad en la que vivía y soñaba J. Edgar, la de un hombre temeroso. Un paranoico y controlador obsesivo que no dudaba en chantajear hasta a los más poderosos con grabaciones ocultas, pero al que le resultaba imposible vincularse con otros seres humanos, asustado de sus propias inseguridades.

En el resultado final es donde ese trazado que aparentaba ser una simple sumatoria de momentos resulta algo mucho más interesante. Porque la posición que toma Clint Eastwood ante los sucesos de la vida de Hoover es la de un simple narrador. El viejo parece decirnos "observen la labor de una vida". Nos dibuja a un ser humano, uno al que DiCaprio termina de dibujar de cuerpo entero. De nuestra parte queda juzgar quien fue J.Edgar Hoover.