A lo largo de la historia, muchos largometrajes han sabido retratar esta pelea constante que surge entre un individuo y el tan dichoso sistema. El hecho de que una simple persona se enfrente hacia un organismo o hacia un conjunto de personas y salga victorioso de la situación suele ser una sinopsis recurrente. Sin embargo, este combate entre lo establecido y un ser humano va mucho más allá de eso. Ya que se trata de una lucha donde un sujeto se bate a duelo con su propia creación. Resulta hasta insólito oponerse a las normas y las reglas que ya están asentadas en la sociedad. Es bueno cuestionarse, no hay duda de esto, pero termina siendo insólito refutar un modelo ya instalado. Todo queda a merced de la moral, y es ahí donde entra ‘J’accuse’ (El acusado y el espía).
La nueva película de Roman Polanski no es más que un drama de época, que cuenta una historia de humillación, traición y golpe a un sistema establecido. Sumado a eso, una subtrama de investigación y misterio será clave para desarrollar este filme cuya producción es enteramente francesa.
Corren los años finales del Siglo XIX. Francia es una de las máximas potencias mundiales. Sus colonias a países asiáticos y africanos y sus grandes avances militares e industriales hacen de este país una figura a seguir en el panorama mundial. No obstante, sus días de paz cesarán debido a un fuerte escándalo dentro de sus fuerzas armadas. ‘J’accuse’ toma su título de un artículo publicado en 1898 donde se acusa fuertemente a diferentes personalidades pertenecientes al ejército francés de formar parte de una conspiración para deshacerse de un soldado judío.
De un día para el otro, las fuerzas armadas francesas habían perdido todo su poder y equilibrio, y todo por la culpa de un solo hombre. ‘J’accuse’ cuenta la historia de Georges Picquart, un honorable miembro del ejército franco que asume como supervisor del departamento de investigaciones. Allí, descubrirá que toda la documentación perteneciente al caso Dreyfus fue manipulada por hombres de gran poder en el ejército. Automáticamente, aparece en Picquart la necesidad de hacer justicia.
El caso Dreyfus es un reconocido suceso que tuvo lugar en Francia a finales del siglo XIX. El ejército franco condenó con cadena perpetua al capitán Alfred Dreyfus por una presunta alta traición. Se dice que dicho capitán informaba a los alemanes sobre los diferentes avances, cambios y decisiones en las fuerzas armadas francesas. Finalmente, y luego de muchos años encerrado, Dreyfus fue declarado como inocente y retomó su puesto en el ejército.
Polanski construye a través de esta increíble historia, un relato de traición y humillación. Cuenta los más grandes secretos y verdades ocultas del ejército francés antiguo con una trama repleta de espionaje y conspiraciones. El director ofrece una propuesta interesante, que toma mucho de su contexto histórico para nutrir una historia rica en muchos aspectos. Su dirección se acomoda a los tiempos modernos para retratar tiempos muy anticuados y tradicionales.
La cámara de Polanski muestra una dirección muy actual, llena de dinamismo y que permite seguir el relato a todo momento. El cineasta narra una trama de espionaje que puede resultar pesada, pero al fin y al cabo, su resultado es llevadero. La comprensión de todos los hechos está del lado del espectador, pero muchas veces, Polanski va a facilitar este entendimiento con la película. Eso, sumado con una excelente ambientación, permiten que ‘J’accuse’ se sitúe como un drama exquisito, que bebe de una narrativa de misterio e investigación. Posiblemente, de lo mejor del año.