Anexo de crítica:
Pareciera ocurrir que en esta suerte de fiebre hollywoodense por rescatar clásicos de la literatura infantil y adaptarlos a las bondades del cine de acción, con la explotación de la tecnología 3D, la industria a veces peca de ingenua de acuerdo al cuento que se toma como referencia para luego aplicarle la fórmula del maniqueísmo y terminar construyendo el enfrentamiento entre el bien y el mal o en su defecto entre las fuerzas de la oscuridad y aquellas pertenecientes a la luz.
Ahora bien, en ese mecanismo que por un lado mezcla el marketing y por otro el cine, la operación de traslación convierte por ejemplo a la pareja de Hansel y Gretel en temibles cazadores o a Blancanieves en una Juana de Arco pop, por ejemplo. Por eso, retomar la clásica aventura del cuento inglés anónimo Jack y las habichuelas, exponente literario de cuento de hadas emblemático, resultaba un tanto desproporcionado teniendo en cuenta que el atractivo de este relato infantil es un héroe, unas habichuelas mágicas y un ogro que custodia tesoros en un mundo vedado a los humanos.
No obstante, estos logros en los aspectos narrativo y técnico, Jack, el cazagigantes del director Bryan Singer carece de ingenio y vuelo imaginativo tanto a la hora de construir el mundo de los gigantes como en los momentos de las grandes batallas en los que las coreografías son impactantes visualmente pero no deslumbran. Tampoco lo hace esta nueva versión que parece atrasar dos décadas en relación a los nuevos paradigmas del cine de aventuras.