Poderoso el chiquitín
La lucha entre dos mundos antagónicos (o buenos y malos, bah) es tan vieja como la Tierra. Bryan Singer, el director de Los sospechosos de siempre, insiste desde hace un tiempo con la misma idea, sea con los mutantes de X-Men o con Hitler en Operación Valquiria. El poder enceguece, parece, y en términos del Hollywood moderno es más sencillo repartir los roles protagónicos entre varios personajes. A Singer también le gusta ser grandilocuente, por lo que Jack, el cazagigantes le debe haber interesado ya desde el título.
El cuento anónimo de las habichuelas mágicas, que mojadas germinan y crecen hasta más allá de las nubes, tuvo varias adaptaciones al cine, desde el dibujo animado de Mickey hasta la más reciente El Gato con botas -que no se menciona a Jack-. Con algunos cambios en los personajes y creando más de un gigante ogro, Singer se vuelca decididamente al cine de acción y aventuras, con humor y muchos personajes secundarios -humanos y/o gigantes-.
Jack (Nicholas Hoult, de Mi novio es un zombie) es el joven granjero que vendía una vaca (ahora va a vender un caballo, pero lo mismo da) y termina con las habichuelas. Cuando éstas crezcan, no quedará otra que treparlas, porque la princesa (Eleanor Tomlinson) anda por ahí. Y Jack, más el heroico caballero Elmont (Ewan McGregor) y el pretendiente de la hija del rey (Stanley Tucci con peluquín) llegarán a un mundo donde los gigantes son generados por computadora, y se nota. El líder tiene dos cabezas, pero no siempre dos cerebros piensan más que uno.
Y aquí, pese a que se reúne el dúo de director y guionista de Los sospechosos de siempre, no sobran ideas, y las habichuelas, en términos de interés, no levitan demasiado.
Sí vale el filme como espectáculo, que además es en 3D, por lo que la catarata de vuelos, mazazos y pies grandes están a la orden del día. En síntesis, que si lo que busca es entretenimiento, aquí lo hay.