Regresa un cuento clásico (“Jack y las habichuelas mágicas”, no?), en formato moderno y oscuro, plagado de CGI y movimiento, que parte de una premisa simple (la historia de un granjero que a través de la magia en unas semillas, accede a un mundo nuevo en el cual tendrá desafíos que nunca antes imaginó) y busca sumarse a las nuevos formatos para estas historias que Hollywood parece haber abrazado en este último tiempo… Esta vez, Bryan Singer se pone al frente de la armada digital, buscando ofrecer una vuelta de tuerca a una historia conocida.
El resultado, es desparejo. “Jack, the Giant Slayer”, parece tradicional en su planteo, pero para potenciar su llegada, rápidamente se ver forzada a poblarse de criaturas digitales y escenarios recargados, fortaleciendo un costado que no lo favorece. Ultimamente todos los productos que reversionan historias de este tipo, adolecen del candor que generaban aquellas historias… No es que me ponga melancólico (no lo soy, tengan eso por seguro), pero siento que en la vorágine en la que este tipo de propuestas se instalan, se pierde rápidamente que lo importante, al fin de cuentas, es la historia.
Me parece bien que se use la tecnología para darle forma a un producto acorde a las necesidades de una audiencia que espera ser impactada, desde todos los sentidos. Lo que también me parece importante es que el libro, no debe descuidarse. No hay efecto especial que pueda mejorar lo que no está bien contado.
Lo cierto es que le tenía fe a Bryan Singer (me encantó como encaró lo último de "X-Men"), pero el resultado final afirma que no hemos ido muy lejos del enfoque con que se reversionan estos maravillosos cuentos hoy en día…
Jack (el simpático Nicholas Hoult, de “Warm bodies” aún en cartelera), la pasa mal. Es muy pobre y si no encuentra una manera de hacerse de dinero, pronto, se quedará sin hogar. Va al pueblo a vender parte de sus pertenencias y conoce accidentalmente a una princesa (Eleonor Tomlinson). En una confusa situación, terminará con unas semillas mágicas en su bolsillo, que comenzarán a traerles serios dolores de cabeza: son la entrada a un universo prohibido, del que todos escucharon leyendas, pero nadie vivió en realidad…
El resto, lo imaginan, la hija del rey (bastante rebelde, como toda heredera al trono que se precie en este tiempo), busca dar con Jack, lo encuentra pero ahí mismo se abrirá un portal vertical hacia un mundo plagado de gigantes que se corresponde con el que los mitos contaban… Bueno, mejor no anticipar más de la historia. Habrá sí (y es para tener en cuenta), un villano algo divertido (Stanley Tucci) y un valiente guerrero (Ewan Mc Gregor) que jugarán fuerte en el desarrollo de la trama.
Los personajes principales hacen lo mejor posible dentro de la pobreza del guión (no hay color en sus líneas, en ningún caso), pero se perciben severas limitaciones para atraer la atención de la platea y eso es palpable ya desde los primeros minutos de proyección.
Desde el punto de vista técnico, “Jack, el cazagigantes”, se deja ver sin problemas. Es vertiginosa y tiene escenas bien logradas (las del cierre son de lo más destacado del film) pero aún así le cuesta llegar al espectro propuesto: llevar a la familia completa a sala. Los chicos menores de 8, la sienten un poco violenta y creemos que es así. Definitvamente, no encuentra el equilibrio necesario para ser una gran película familiar de aventuras. Aprueba con lo justo (y un poco menos también), si lo tuyo son las historias largas y la animación digital integrada con actores. Esperemos que Singer reformule la propuesta en el caso de que haya secuela. Seguramente la industria tomará nota de los cambios necesarios.