El señor de las semillas
Cuenta la leyenda que alguna vez los monjes crearon unas semillas mágicas para alcanzar el Cielo, pero cuando treparon el enorme tallo que brotó al plantarlas, llegaron al reino de los Gigantes, que descendieron para comer a los humanos e invadir sus tierras. Sin embargo un sabio rey mandó a hacer una corona con la que pudo dominarlos, y enviarlos de regreso a su territorio. El tallo se cortó, las semillas y la corona se enterraron con el rey, y la paz continuó en la Tierra.
Sin embargo, años más tarde, la ambición de un hombre revivirá la leyenda, y hará falta un héroe que enfrente la nueva amenaza. Así es como la película “Jack el Cazagigantes” retoma el viejo cuento de Juan y las Habichuelas mágicas.
El héroe involuntario será el pobre campesino Jack (Nicholas Hoult), con su peculiar estilo de campera de cuero a lo Top Gun (de hecho su cara bonita y sonrisa casi permanente recuerdan mucho al primer Tom Cruise), que se ve involucrado en la situación al recibir esas extrañas semillas como pago por su caballo. Accidentalmente los granos crecen, el poderoso tallo arrastra a la princesa Isabelle (Eleanor Tomlinson), y una comitiva debe ascender a rescatarla, encabezada por Sir Elmont (Ewan Mc Gregor), y con Jack como voluntario.
El filme dirigido por Bryan Singer cuenta con un muy buen trabajo técnico. No siempre es fácil combinar las animaciones digitales con los actores humanos y en este caso eso está bien logrado. La adaptación recurre a variantes con respecto al cuento original que la hacen más interesante, como la aparición de la princesa y el villano (a cargo de Stanley Tucci, que si bien sabe dar mucho más como actor, no deja de ser la perlita de la película). De esta forma, no resulta tan previsible para el espectador, aunque por supuesto se mantenga dentro de los límites de la conocida historia.
Si bien el guión no tiene grandes líneas, maneja bien los ritmos, atrapa y no aburre. Las actuaciones son correctas, aunque el espectador adulto esperaría más de actores como Tucci y McGregor.
Aventura, toques de humor, horribles criaturas, romance adolescente, todos los ingredientes para una nueva película de género fantástico que apunta a los chicos más grandes, si bien los adultos también la disfrutan.