Jack in the Box es un tradicional juguete inglés cuyo origen se remonta al siglo 13 y se relaciona con una popular leyenda urbana.
La primera representación del objeto era una bota que contenía un diablo en su interior y evocaba la hazaña de un clérigo que había atrapado a un demonio en una aldea de Buckinghamshire. Con el paso del tiempo la figura macabra fue reemplazada por la de un payaso y el juguete se volvió popular entre los niños.
Dentro de la ficción Jack tuvo su encarnación más famosa en la saga de culto de Charles Band, Demonic Toys, que todavía sigue vigente en la actualidad, además de una simpática participación en el clásico slasher de los ´80' April Fool's Day.
Esta producción independiente del cine europeo se cuelga de la popularidad que tuvo hace poco Pennywise en It para aprovechar la figura de los payasos macabros en los cuentos de terror.
El director Lawrence Fowler tuvo la noble intención de evitar la clásica fórmula del cine hollywoodense actual donde la atención se centra en el uso excesivo de los jumpscare para entretener al público. Su relato intenta construir una mitología en torno al juguete y juega con la leyenda urbana que lo originó, a través de un film que parece emular el tipo de cine que suele hacer Ti West (The House of the Devil).
El problema es que en este caso la narración pausada ofrece numerosas escenas de diálogo que no conducen a nada y Jack se limita a tener una presencia testimonial en la película que supuestamente lo tiene como protagonista.
Tras una sólida introducción del personaje, Fowler después lo deja de lado y desaprovecha un villano que tiene su atractivo. Lo mejor del film se encuentra en la caracterización del payaso que es muy efectiva y apuesta a establecer una nueva figura dentro la galería de muñecos diabólicos.
Lamentablemente la película se queda muy corta en materia de terror y el concepto argumental que tenía su potencial resulta desaprovechado. El resultado es una propuesta aburrida que carece de momentos decentes de suspenso y decepciona en materia de entretenimiento. Hace poco el mismo director estrenó una continuación de esta historia para la plataforma de streaming de Movistar.
Después de ver la primera entrega la verdad que cuesta darle otra oportunidad.