Hay algo que no funciona en esta propuesta, y no tiene que ver con la relectura de los clásicos clase B de los años ochenta. La caja maldita está, el payaso maldito también, pero un bajo presupuesto impide lograr escenas impactantes ante la falta de sangre en las muertes que el siniestro muñeco comete. Predecible y aburrida.