El justiciero solitario
El director Christopher McQuarrie (el guionista de “Los sospechosos de siempre”) sin dudas tiene mano para el thriller de acción: “Jack Reacher: bajo la mira” te mantiene al filo de la butaca con buenas dosis de suspenso, paranoia, persecuciones y un Tom Cruise al que le calza muy bien el personaje de un enigmático justiciero solitario. Sin embargo, a medida que avanza la película, los clichés empiezan a copar la pantalla. El comienzo con un tiroteo en un lugar público (que recuerda a las últimas masacres que se registraron en EEUU) y la rápida acción de la policía es vibrante. La aparición de un fiscal ambicioso, de una abogada obstinada y finalmente de Jack Reacher irán completando un interesante rompecabezas, donde la historia del supuesto asesino y el perfil de las víctimas desembocarán en negocios sucios a gran escala. El problema es que la trama se complejiza demasiado y después las resoluciones son bastante previsibles. Las vueltas de tuerca son un truco para mantener el suspenso, pero cuando queda expuesta la jugada la película pierde filo. Lo que sí sorprende gratamente es una breve aparición de Robert Duvall. Y lo más inexplicable es que el célebre Werner Herzog esté desperdiciado como un villano de caricatura.