Nadie puede negar que Tom Cruise ha tenido una carrera exitosa a base de su imagen; habrá quienes digan que actúa mejor o peor, lo cierto es que una sonrisa suya siempre pareció valer más que las horas en el Actor’s Studio de muchos colegas. Está imagen compradora se la ha ido formando a lo largo de films suficientemente variados, y hay que decirlo, tuvo suerte a la hora de elegir proyectos. Luego del intento – fallido – de mostrarse como una estrella de rock ochentosa en la imperfecta La Era del Rock vuelve a lo que mejor ha sabido hacer en los últimos tiempos, calzarse un par de armas en cada brazo y salir a defender a su país; aunque está vez la historia proponía una vuelta de tuerca, agregarle la investigación de unos asesinatos.
En Jack Reacher, Tom es el personaje del título, un ex militar, investigador policial y ahora privado que actualmente vive alejado como un vagabundo (o todo lo croto que se le crea al actor de Jerry Maguire, que es poco); como sucede siempre con estas películas un hecho más o menos fortuito lo hará volver a la acción.
La película comienza cargada, un hombre baja de su auto y rifle en mano liquida a cinco personas en un estadio sin ninguna razón aparente, luego de esto huye. La investigación policial da con el principal sospechoso por medio de una huella y es el francotirador quien pide por nuestro héroe. Las reglas del género indican que primero se negará, después aceptará a regañadientes, y por último se compenetrará en el caso junto al Fiscal de Distrito (Richard Jenkins que oscila entre granes roles como el de la reciente Cabin in the Woods y cosas como esta) y su hija que oficia de abogada defensora (Rosamund “cubetera” Pike) intentando evitar la pena capital.
La trama (basada en One Shot un volumen de una serie de libros centrados en Reacher) deparará varias vueltas de tuercas, revelaciones, secretos, y nadie parecerá lo que era en un principio; pero tampoco es de entusiasmarse, son los mismos giros esperables de manual que vimos varias veces.
En este punto radica el problema de Jack Reacher, pese a que la trama se complejiza (demasiado) no depara sorpresa, llevando al espectador entre dos posibilidades, perderse en la maraña de situaciones, o aburrirse por la sensación de ya haberlo visto.
Para calmar las aguas del diálogo propicio a la investigación, no nos ahorraremos de escenas de acción, algunas innecesarias; todas apenas correctas y con el frenético ritmo actual mareador.
Ya lo dije arriba, la película se centra en Tom Cruise (pese a tener un elenco que incluye figuras como Robert Duvall) y este hace lo que puede con el rol de una persona que pide ser parco, sí acá no sonríe (tanto).
En su segundo film como director, Christopher McQuarrie (guionista colaborador de Bryan Singer en varios de sus films, pero también guionista de El Turista) se encarga de otorgarle un clima específico a cada secuencia, así la película ira como una montaña rusa con momentos de tranquilidad y diálogo que anuncian un raudal frenéticop de tiros sin demasiada lógica; Jack Reacher parece ser su carta de presentación para su próximo proyecto, Misión:Imposible 5.
Lo dicho no estamos en presencia de un mal film, espectadores con pretensiones de una más de acción y algo de intriga (con rusos malos incluidos, claro) no saldrán decepcionados; y sinceramente no creo que nadie espere otra cosa de esta película hecha específicamente para su público.