Tom Cruise está de vuelta, y en este caso interpretando a Jack Reacher, un personaje mezcla de James Bond, Jason Bourne y su propio Ethan Hunt, de la saga “Misión: Imposible”. El film está basado en la novela “One Shot”, del escritor británico Lee Child, que es curiosamente el noveno libro de la saga de Jack Reacher. Mucho suspenso, humor y algo de acción en una de las primeras sorpresas del año.
EL NOMBRE ES REACHER… JACK REACHER.
Es un hermoso día en Pittsburgh, Pennsylvania, al oeste de Estado Unidos. El sol brilla y la gente disfruta a orillas del río. De repente se escucha un disparo, luego otro, otro, otro y otro. Cinco personas caen muertas y al poco tiempo detienen a un sospechoso: James Barr. Todas las pruebas parecen apuntar a este ex militar, francotirador entrenado, que al momento de firmar su confesión escribe una sola cosa: TRAIGAN A JACK REACKER.
¿Quién es Jack Reacher? Es un ex miembro de la Policía Militar, merecedor de infinidad de medallas al valor y al mérito que, de un día para el otro, se esfumo de la faz de la tierra y vive en el anonimato. Al ver sobre la detención de Barr en televisión, no duda ni en segundo en tomar sus cosas y partir hacia Pittsburgh. Reacher quiere una sola cosa, que Barr pague por lo que hizo. Resulta que Barr, años atrás durante la guerra de Irak, decidió saciar su deseo de matar tomando su rifle y asesinando a distancia a cuatro personas que, de mera casualidad, resultaron ser culpables de perversos crímenes. Por eso, y a pesar de que Reacher logró atraparlo, Barr quedó en libertad. Hoy Reacher tiene la oportunidad de terminar la que empezó años atrás, que Barr pase el resto de su vida tras las rejas o condenado a muerte. Pero mientras Reacher investiga el caso de la mano de la abogada de Barr, se da cuenta que las cosas no son lo que parecen. Que quizás Barr, en esta oportunidad, sea inocente y que el asesinato de cinco personas al azar haya sido cuidadosamente planeado para ocultar algo mucho más grande de lo que podían imaginar.
Jack Reacher: Bajo la Mira es el segundo trabajo como director de Christopher McQuarrie, ganador del premio Oscar en 1996 por el magnífico guión de Los Sospechosos de Siempre. En el año 2000 McQuarrie dirigió una pequeña película de acción y suspenso llamada The Way of the Gun (o Al Calor de las Armas en nuestros país), el film estaba protagonizado por Benicio Del Toro y Ryan Phillippe y, si bien es una buena película, paso con más pena que gloria por los cines de todo el mundo. Luego de esto McQuarrie tuvo un parate de casi ocho años, hasta que en el año 2008 cuando regresó con el guión de Operación Valquiria, film que lo reunió con Bryan Singer, director de Los Sospechosos de Siempre, y donde conoció a Tom Cruise. Allí se empezó a gestar la película que nos importa en esta ocasión.
MISION: DIFÍCIL… PERO NO IMPOSIBLE
Jack Reacher: Bajo la Mira es una grata sorpresa. Luego de ver el avance me esperaba algo parecido a Misión: Imposible y, aunque no estaba del todo equivocado, me encontré con mucho más. McQuarrie no solo dirige el film con maestría durante gran parte de su metraje (incluyendo una persecución de autos filmada, por momentos, de una manera muy peculiar) sino que también escribió un guión, a primera vista, casi perfecto. Los primeros minutos de la película son fantásticos, la secuencia inicial donde el francotirador se posiciona y elige cuidadosamente sus blancos es digna de Alfred Hitchcock, el maestro del suspenso. Luego viene una de las mejores presentaciones de personajes que recuerde en los últimos tiempos. La forma en que se da a conocer al público quien es Jack Reacher es sencillamente espectacular. De ahí en más la historia avanza, lenta pero seguro, siempre con buen pulso y, aunque me cuesta admitirlo, con Tom Cruise robándose cada una de las escenas en que participa. El personaje de Reacher está escrito a la medida de Cruise, es un héroe de acción con sentido del humor para que Tom se luzca gracias al buen “timing” que tiene para la comedia, pero siempre con una cuota de intriga y misterio, ya que nunca sabemos mucho más sobre él y su pasado. Los diálogos de McQuarrie son muy afilados, recordando, por algún breve lapsus, a los diálogos que suele tener Tarantino en sus películas y provocando más de una carcajada. Es en los personajes secundarios donde se empiezan a ver algunas fallas en el guión ya que todos y cada uno de ellos están escritos a medias, y aunque esto puede ser el resultado de un mal trabajo de edición, no hace más que dañar el resultado final del film. Rosamund Pike como la abogada del acusado y Richard Jenkins como su padre y a la vez fiscal, están totalmente desaprovechados y se deja pasar la oportunidad de profundizar en el interesante conflicto que presentan los personajes al ser padre e hija enfrentados por un caso. Quizás el personaje más desaprovechado de todos es el de Zec, villano interpretado magistralmente por el director alemán Werner Herzog. Quienes estén familiarizados con los trabajos de este director, sobre todo con los documentales que el mismo narra, quizás les cueste un poco de trabajo acostumbrarse a verlo como el villano del film, pero su interpretación es realmente genial. Con un inglés duro, tranquilo y monótono, da vida a un villano absolutamente intrigante, aunque quizás demasiado intrigante para su propio bien. Muchas veces en el cine menos es más, pero en este caso McQuarrie falló, nunca tenemos mucha información acerca de quién es este hombre y mucho menos de sus motivos, por lo cual la película nunca termina de cerrar como debería. Merece la pena mencionar corto pero divertido personaje que hace Robert Duvall, donde en poco tiempo saca a relucir toda su chapa de actor y entrega más de un buen momento sobre el final del film. Otro de los problemas de Jack Reacher: Bajo la Mira está en el tercer acto, aquí es cuando la película cambia de género y se transforma en el film de acción que nunca debería haber sido. Muchos tiros y pelas mano a mano hasta llegar a la confrontación final que acaba casi en un pestañeo, dejando al espectador a la espera de alguna que otra explicación que nunca vendrá.
CONCLUSION
A fin de cuentas Jack Reacher: Bajo la Mira es una buena película, casi casi una muy buena. A lo largo de 130 minutos nunca aburre y guarda más de una sorpresa para quienes vayan esperando simplemente pasar un buen rato en el cine. El film funciona fantásticamente cuando se maneja como un thriller pero decae un poco cuando intenta convertirse en una de acción. Tom Cruise y Werner Herzog entregan dos buenas interpretaciones, aunque uno se termina lamentando por lo desaprovechado que está el personaje del segundo. La trama es atrapante y el guión funciona hasta llegar a un desenlace poco satisfactorio, pero que no es suficiente para tirar abajo el buen film que se construyó a lo largo de dos horas.