“Jack Reacher” se pone más serio, pero igual entretiene
La primera "Jack Reacher" era una comedia negra disfrazada de cine de acción, fórmula que la distinguía de otros productos del género. Además, contaba con muy buenos actores de reparto, empezando por una curiosa actuación del director Werner Herzog como el villano principal.
La nueva película de esta franquicia está a cargo de un muy buen director como Edward Zwick, que ya trabajó con Tom Cruise en el excelente drama histórico "El último samurai" Justamente el tema recurrente de las películas de Zwick, ya desde "Tiempos de gloria", es la historia y, lamentablemente, en "Jack Reacher", no hay ningún tipo de tema histórico. La trama esta vez se toma demasiado en serio a sí misma, y el personaje estelar, el vagabundo que dejó el ejército para ir por el mundo impartiendo justicia a su manera, se vuelve un héroe de acción mucho más convencional, igual que todo el film en su conjunto. Lo que no implica que deje de ser entretenido. Zwick filma más que bien y hay escenas de acción y suspenso de sobra, aunque en un contexto argumental más o menos previsible.
La novedad es que Reacher reparte patadas a diestra y siniestra con una socia, nada menos que la misma oficial que ahora ocupa su oficina en la policía militar donde el protagonista se desenvolvía con el rango de mayor. Su aguerrida colega, que lo venía ayudando en alguna de sus cruzadas, estaba por ceder a su invitación romántica justo cuando la detienen por supuesto espionaje, algo que el héroe no puede creer. Pronto ambos son fugitivos de la ley y escapando de un superasesino designado por una empresa contratista de las fuerzas armadas. Y en el medio, a Reacher le aparece una supuesta hija adolescente, que gracias a la simpática interpretación de Danika Yarosh, está entre lo mejor de la película, igual que una violenta persecución en medio de un festejo de Halloween en las calles de Nueva Orleans.