Luego de estrenar el film Jack Reacher en el 2012 de la mano del guionista/director Christopher McQuarrie con relativo éxito de taquilla y de público, los productores toman la decisión de hacer una secuela con Tom Cruise otra vez encarnando al ex policía militar Reacher. Para esta nueva entrega, Jack Reacher: Sin Regreso, optan por adaptar la novela Never Go Back y contratar a Edward Zwick como director y co-guionista.
Jack Reacher: Sin Regreso intenta llevar al personaje principal hacia un rumbo más personal, con la aparición de una supuesta hija adolescente de Reacher, y al mismo tiempo resolver un misterio con tintes de conspiración. En el film original, el tono es realista con un toque de humor, presentando al personaje y a su entorno sin adornos ni pretensiones. Esa simpleza en el tono y en la acción no se traslada a su segunda parte.
Jack Reacher: Sin Regreso es una película más grande en todo sentido que su antecesora: Más explosiones, más peleas, más villanos, más subtramas, etc. A pesar de todo esto, el trabajo de Edward Zwick termina siendo menos espectacular y menos tenso. En parte es por un guión acartonado y llenos de lugares comunes y, por otra parte, es por la falta de inventiva de los realizadores en los que a escenas de acción y suspenso se refiere. Por tener estas características, Sin Regreso se aleja de la veta realista que caracterizó al film anterior y se acerca casi a la parodia. A pesar de todo, Jack Reacher: Sin Regreso tiene a Tom Cruise y a Cobie Smulders para levantar un poco el nivel del film en cuestión.
Lo peor de todo es la pérdida de la actitud del personaje de Jack Reacher que hace del anterior largometraje algo memorable y que aquí aparece a cuentagotas. Jack Reacher es un personaje directo y sin vueltas, por lo cual es una pena que los realizadores elijan una trama melodramática y llena de clichés que ya no funcionan.