Tom Cruise y el doble riesgo del héroe de acción
El actor da el segundo paso en la saga con su heroico personaje, tan taciturno como implacable.
Jack Reacher tiene las mismas iniciales que Jack Ryan, así como el agente Jason Bourne las de James Bond. Reacher es un policía militar, y Ryan también está del lado de la legalidad. Pero Reacher es un ex mayor, que vive en solitario, no tiene hogar ni tampoco muchos sentimientos ni amigos. Cuando en Jack Reacher: Sin regreso entabla una conversación telefónica con la mayor Turner, su nueva ayuda “desde adentro”, y quedan en que alguna vez la invitará a cenar, nace una esperanza.
Así que parece que se le da a Reacher.
Pero -sin un pero, sabemos, no habría película- cuando Reacher llega a la base en Washington a verla, en vez de la morocha despampanante que es la canadiense Cobie Smulders (Maria Hill en las películas de Marvel) encuentra al gordo Morgan, ya se huele algo mal.
A la mayor Turner la llevaron a prisión, acusada de espionaje. No, claro que no, por supuesto que es un error y Jack, solito o casi, investigará, la liberará y juntos descubrirán la conspiración en ciernes, con un contratista militar eliminando a todo aquel que se interponga a sus negocios.
Cruise no es (era) el clásico héroe de acción. No lo es en la saga de Misión: Imposible, que es la que potenció la que aparenta ser otra en paralelo, la de Reacher (son 20 libros de Lee Child, y acá saltan del noveno al décimo octavo, vaya a saberse por qué). El riesgo para Cruise no es que se lastime en la decena de peleas cuerpo a cuerpo, ya que no utiliza doble, sino en terminar convirtiéndose en un Schwarzenegger. O, lo que es peor, un Steven Seagal.
Porque Reacher es taciturno, de pocas palabras y gesto adusto, igualito a la momia que era el actor de Alerta máxima.
Lo bueno de la primera Jack Reacher era lo que lo distanciaba de los otros héroes made in Hollywood. Aquí todo es muy unidimensional, por más que le adosen dos personajes femeninos fuertes -a la mayor se suma una adolescente, presumible hija putativa (perdón) de Reacher-.
Y claro, en la primera el malvado era Werner Herzog, y aquí Patrick Heusinger. No se sabe qué lo motiva, más que matar. Con dos personajes así, no es mucho lo que el director y coguionista Edward Zwick pudo o quiso hacer.
Una pena, porque se presume que, el Sin regreso del título es simplemente una paradoja más.