Eterno espíritu adolescente
¿Hay que pedir disculpas desde un medio masivo de comunicación por disfrutar de una película como Jackass 3D? ¿Hay que ponerse moralista o discutir "en serio", cual sesudo intelectual sustentando complejas teorías, si su propuesta es machista o si su vulgaridad es insultante? Para algunos, puede incluso que esta sucesión de pruebas con situaciones extremas no sea siquiera algo demasiado cercano al CINE, pero este tercer spin-off del ciclo de MTV creado por el director Jeff Tremaine, el alma-mater Johnny Knoxville y el aquí productor (y special guest) Spike Jonze sigue siendo tan irresistible como siempre.
Lo lícito en este caso podría ser preguntarnos por qué nos engancha ver a unos grandulones (des)vestidos de forma ridícula y haciendo bromas pesadas con soretes, pedos, piñas, serpientes cual adolescentes sadomasoquistas que se resisten a crecer ¿Nos gusta el exhibicionismo impúdico, la falta de prejuicios, el morbo de ver a gente disfrutando y/o sufriendo situaciones que dan miedo o asco, con un desenfado (y, por qué no, una creatividad) digno del surrealismo de Luis Buñuel, de la audacia de John Waters o del humor físico de Los Tres Chiflados.
No me interesan los deportes extremos ni soy afecta a las emociones fuertas, pero la pasé bien (muy bien) viendo a Knoxville y su pandilla de stunts (que van desde obesos hasta enanos) compartiendo este tipo de "proezas" escatológicas, violentas o humorísticas con una alegría y una camaradería que logran transmitir y contagiar al espectador.
Esta es una típica película del tipo "tómela o déjela". Entiendo que cualquier otro espectador pueda sentirse abrumado, aburrido, insultado o lo que sea con la propuesta. Yo la reivindico. No dejemos que la dictadura de la corrección política nos impida sumergirnos en el submundo de Jackass (ahora con algunos efectos 3D que poco agregan).
¡Qué vivan, pues, los excesos, el mal gusto, la veta lúdico y el eterno espíritu adolescente!