Jackie

Crítica de Hugo Zapata - Cines Argentinos

La interpretación de Natalie Portman es la atracción más destacada en una película que no le hace justicia a la figura de Jackie Kennedy, cuya vida ofrecía un material interesante para una buena biografía.
El film del director chileno Pablo Larraín sólo explora las tres semanas posteriores al asesinato del presidente norteamericano John F.Kennedy y nunca desarrolla las vivencias de una de las mujeres más populares del siglo 20.
En esta producción el foco estuvo puesto en recrear el morbo del atentado en Dallas y los preparativos del funeral de Kennedy, más que en explorar en profundidad la historia de una mujer que cambió el rol de la Primera Dama en la Casa Blanca.
Salvo por una buena escena que tiene Portman con John Hurt, quien interpreta a un sacerdote, no llegamos a conocer en detalle a Jackie.
En la película la vemos reaccionar ante determinadas situaciones dolorosas, siempre acompañada con una melodramática banda de sonido, pero nunca se construye un relato que capture la personalidad y esencia de la protagonista.
La mayor virtud del trabajo de Larraín pasa por la increíble puesta en escena que se ofrece de los años ´60. La fotografía, los vestuarios y el modo en que se recrea famosos materiales de archivo es impecable.
No ocurre lo mismo con el argumento, que cae en algunas situaciones absurdas, como el retrato exagerado que se ofrece del vicepresidente Lyndon Johnson, quien por momentos parece el senador Palpatine de Star Wars.
En la vida real Johnson estuvo cerca de Jackie en la horas posteriores al asesinato de Dallas y se negó a jurar como presidente hasta que el cuerpo de Kennedy volviera con él a Washington. Por motivos inexplicables, como si el film necesitara un villano, en esta producción se lo presenta como un frío halcón político que no tiene compasión por la protagonista.
La principal atracción de este estreno pasa por la tremenda composición que presenta Natalie Portman de Jackie Kennedy.
En el pasado varias actrices trabajaron el mismo rol en otras producciones, pero Portman fue la única que se convirtió literalmente en el personaje.
Inclusive tomó el riesgo de replicar el mismo tono de voz y las expresiones corporales con una precisión escalofriante que no es sencillo de conseguir.
Portman tiene algunas escenas brillantes en la película, como esos momentos de intimidad donde la protagonista se encuentra sola en su cuarto de la Casa Blanca tras el asesinato de su marido.
La nominación al Oscar que recibió no fue en vano y su presencia en esta película logra que el relato genere interés.
Si hay un motivo para recomendar Jackie es por la gran actuación de Natalie Portman, aunque la película no brinde el retrato más interesante del personaje que aborda.