Quien estaba al lado de John F. Kennedy al momento de su asesinato era Jackie, su mujer. Luego del disparo, la ex primera dama, inútilmente y doblada sobre él, intentaba recomponerlo. El director chileno Pablo Larraín entra en la industria norteamericana por la puerta grande y no tiene tapujos en mostrar uno de los costados más íntimos de la familia Kennedy que se hayan visto alguna vez en pantalla. Si bien la prodigiosa labor de Natalie Portman puede hacer olvidar cualquier desliz en la trama, Jackie llega al punto de perderse y volverse parsimoniosa entre sus reincidencias.