Este es el séptimo largo del cineasta chileno Pablo Larraín (“No”, “Neruda”), nos lleva a ver desde otro ángulo la vida de Jacqueline Kennedy (mostrando a la esposa de Kennedy durante la Presidencia entre el 20 de enero de 1961 y el 22 de noviembre de 1963; como vivió la mujer, madre y viuda. Quien luego fue la cónyuge del multimillonario Aristóteles Onassis 1968–1975). Todo comienza con una entrevista que dio Jackie (Natalie Portman, “"El cisne negro” donde nos ofrece una maravillosa interpretación en cada gesto, postura y el trabajo de su voz) a un periodista de la revista Life (Billy Crudup, "Casi famosos") una semana después del suceso. La historia contiene situaciones fuertes, desgarradoras y dolorosas. La película a medida que corren los minutos cobra mayor interés debido a como se va moviendo la cámara, las imágenes reales que se van entremezclando con los personajes y la buena utilización del flashback. Interesantes diálogos con un sacerdote (John Hurt, en uno de sus últimos trabajos, falleció este año); la preparación del funeral y entierro de John Fitzgerald Kennedy (Caspar Phillipson); Nancy Tuckerman, la asistente de Jackie (Greta Gerwig), Bobby Kennedy (Peter Sarsgaard); Max Casella (Jack Valenti), entre otros. La música, la ambientación y la fotografía con sus colores melancólicos creando interesantes climas. Bien intimista. Darren Aronofsky le ha dado al film ciertos toques muy particulares y termina elevándola. Recordemos que esta película se encontraba nominada en tres categorías en los Premios Oscar sin obtener ninguno.