Atrapado en el tiempo.
Luego de un fallido intento por continuar la saga con otro actor, Matt Damon vuelve para salvar la franquicia e iniciar una nueva historia, ya con datos más certeros sobre el personaje y la búsqueda de su pasado. El atribulado agente Jason Bourne se ve obligado a salir de una sórdida y dolorosa clandestinidad para intentar resolver aspectos de sus inicios como agente, y además desentrañar una siniestra interna dentro de la CIA.
En medio del conflicto personal del protagonista se presenta otra operación de la Agencia tendiente a controlar los datos personales de los usuarios de una popular red social, mediante la colaboración de su propio creador. ¿Les suena?
El filme no ostenta un guión tan bien trabajado como en las tres primeras entregas de la saga; este es más lineal, previsible y decidido a ir al grano, con mucha acción, tomas cortas y movidas -tal el sello de Greengrass-, sin sutileza alguna pero entretenido y cumplidor.