En 1897 Charles Péguy escribe la pieza teatral Le Mystère de la charité de Jeanne d’Arc. En el 2016 Bruno Dumont lleva esa obra a la pantalla grande; un año después la estrena en Cannes. En la presentación del film se limita a decir dos cosas y ninguna de las dos son comentarios al paso, como suele ocurrir en estos casos. Primero, sitúa a Péguy en su propia época. Subraya que en aquel momento el escritor es socialista y todavía profesa el ateísmo. También agrega una decisión suya que es una distinción formal. Explica: la mayoría de los musicales suelen apelar al playback en los instantes en los que se canta. No en este caso, nos informa. En Jeannette, los intérpretes entonan los distintos temas musicales en vivo y frente a cámara. No explica la razón de su decisión, pero su advertencia instala una incógnita. Unos años atrás, con motivo del estreno de Fuera de Satán, Dumont decía algunas palabras similares antes de la primera proyección. En esa ocasión, anunciaba que el film había sido rodado en 35 mm y que el sonido era monoaural.