La tercera de una trilogía que se supone tiene un público cautivo, que sigue al personaje icónico, un demonio bastante bien logrado, con alas de murciélago gigante y con una casi invencible fuerza asesina, que se desplaza en camión con armas terribles donde acumula a sus victimas. Aparece cada 23 años cuando llega el momento de alimentarse de mortales. En realidad aunque es la película numero tres, se trata de una “intercuela” que se ubica entre la segunda y la tercera. Una señora que perdió a su hermano recibe un aviso del mas allá, la criatura volverá para desenterrar una parte de su cuerpo. Un brazo con su garra que permitirá combatirlo. En realidad cualquier excusa argumental alcanza para que se vea al Creeper en acción, llevándose a sus victimas por los aires, o atacando con hachas, lanzas y otras lindezas que casi siempre dan en el blanco, repartiendo cadáveres en distintas variantes sangrientas. En fin, para los seguidores un disfrute, para los que se “desayunan” con la saga, una de monstruo infernal que reparte muerte para que todos tengan.