ACLARACIÓN: la siguiente crítica es sobre la película en cuestión, tal y como tiene que ser. Lo escrito a continuación no abordará (porque no corresponde) los hechos de público conocimiento sobre su director. Para eso está la justicia.
Jeepers Creepers es una digna tercera parte (bastante demorada) de la saga. Sin profundizar demasiado logra captar la atención del público y sigue aportando al mito de la criatura que caza (asesina) durante 23 días cada 23 primaveras.
Los hechos que transcurren en este estreno toman lugar entre la primera y segunda película.
Un recurso ya bastante explotado pero que aquí sirve dada las restricciones económicas y sin caer en hacer un film futurista.
Victor Salva vuelve a sentarse en la silla de director y con un presupuesto pequeño repite la fórmula de la película original de 2001, la cual había sido una gran sorpresa.
La historia vuelve a ser simple y las actuaciones dejan bastante que desear, pero el contexto en sí es bueno.
Hay que ver esta película como lo que es: una de bajo presupuesto de terror que pretende entretener parándose en los slayers films de los 80s.
Además posee unas secuencias gore muy bien logradas.
En definitiva, los fans del género y de la saga la pasarán bien pero no así el espectador ocasional.