Es inexplicable que esta secuela de la saga del asesino de los caminos llegue al cine. Estrenada comercialmente en el canal SyFy en los Estados Unidos, la película no aporta nada nuevo.
Filmada con el manual en la mano, con efectos que atrasan años, y con el misterio de esa canción que suena y esa camioneta que se lleva puesto a quien sea, no logra superar sus características de telefilm de bajo presupuesto.