Jeepers Creepers Reborn es un filme sin alma, sin sustos, sin terror y completamente genérico; debo escribir rápido a esta crítica, porque ya me lo estoy olvidando.
En el link la crítica escrita completa y la crítica radial, más informal, en versión de audio o de video.
Jeepers Creepers es otra película genérica más de terror, que no solo aporta nada la historia del cine, sino que tampoco le aporta nada a la historia del terror, y ni siquiera le aporta algo a la saga de Jeepers Creepers. Esta secuela/reboot es una película más, dentro de las cuales hay un grupo de gente joven, hay un villano de alguna clase, no nos importa ninguno de esos personajes, y los va matando uno por uno, excepto la pareja protagónica, a la cual le tenemos cierto cariño; que es un joven negro que se le está por declarar a su novia blanca en el marco de un festival de terror, en el medio del campo, excepto estos dos personajes, los otros son simplemente blancos para ir matando, sin que nos cause emoción, terror, sorpresa o impacto.
La película no genera terror, no genera miedo residual, y tampoco funciona bien en general, donde tampoco genera algunos sustos y sobresaltos al espectador; que si bien es cierto hay algunas escenas donde se aparece algo repentinamente frente a cámara y sube la música, o hay algún acordé o ruido en particular, para que eso funcione y asuste, tiene que haber cierto clima; sino es simplemente un ruido en la película, y no genera miedo. Por lo tanto, es una película que funciona muy poco, con un argumento irrelevante, con una semiótica nula, y sin ningún mensaje. Tampoco siquiera produce un efecto de nostalgia, o un efecto de meternos en la mitología de este personaje.
El filme empieza con un prólogo dónde hay dos adultos mayores que van en un auto, se cruzan con el asesino, tienen unos encontronazos en la ruta, donde casi se despistan y en un momento lo ven tirar un cuerpo como por un hueco, en una casa que parece abandonada. Luego que el asesino los persigue y que se escapan, tienen la forzada e inverosímil idea de ir a entrar en esa casa y ver si realmente era un cadáver eso que vieron; el cierre de esa secuencia se desinfla totalmente y no funciona en lo más mínimo. De ahí pasamos a la historia de los dos jóvenes que van al festival en donde se mezcla por momentos lo que son escenas de terror generadas para ese festival, con escenas terror de la vida real, y finalmente terminan en una casa donde el Creeper los empieza a matar uno tras otro de manera genérica y con la narrativa en piloto automático. La película no tiene mucho para ofrecer al público, y ciertamente es una buena opción no gastar dinero en ir a verla al cine, no hay mucho más para decir la verdad.
Cristian Olcina