El director de Locos de ira, Como si fuera la primera vez y Ajuste de cuenta -habitual colaborador de Adam Sandler- construye una comedia irregular, pero con una buena primera mitad y varios momentos y personajes inspirados.
Maya (Jennifer Lopez) es una empleada de una cadena de supermercados que no recibe el reconocimiento de sus jefes. No porque sea una mala empleada. Todo lo contrario: es una de las más responsables de toda la sucursal y tiene ideas muy interesantes para mejorar las ventas. Su problema es que no tiene estudios que le permitan subir algunos peldaños en la escalera de responsabilidades.
Es su sobrino el encargado de armar un CV falso, pródigo en títulos que ella no estuvo ni cerca de tener, que llega hasta la cúpula de una poderosa empresa de cosméticos. Una entrevista personal maravilla al CEO, quien no duda en contratarla incluso cuando su hija y mano derecha (Vanessa Hudgens) opine lo contrario. Maya terminará a cargo de desarrollar un nuevo producto enteramente natural.
La película tiene una primera hora con un aceitado funcionamiento como comedia, con varios chistes eficaces y personajes secundarios (las compañeras/compinches de Maya, su equipo de trabajo) que cumplen a la perfección con su rol de acompañar a la protagonista. Pero, como si no confiara en la nobleza de sus elementos, Jefa por accidente empieza a ahondar en el pasado de Maya, lo que da pie a la inclusión de diversas situaciones típicas de un culebrón televisivo. El resultado es un film irregular que sabe ser gracioso cuando se lo propone.