Jigsaw, el juego continúa, de Michael Spierig
Por Paula Caffaro
Y seguirá continuando porque si no bastaba con la entrega número siete, este jueguito del miedo tiene las intenciones de reproducirse hasta el infinito. Con una fórmula repetida y muertes poco originales, Jigsaw no sólo es aburrida, sino que tiene la apariencia de transformarse en parodia de sí misma. Obvio que es recomendable para fans de la saga, pero ojalá no te toque caer al cine desprevenido una noche de sábado.
El juego del miedo nace con una idea original y hasta se podría decir, una nueva forma de relato dentro del género de terror. Sin embargo, tras el empeño de extenderla una y otra vez mediante una catarata de secuelas, el método se fue debilitando progresivamente hasta llegar a esta última entrega casi sin demostrar el más mínimo esfuerzo por seducir a su audiencia. Se perdió la magia.
Jhon Kramer, el inmortal, vuelve a hacer de las suyas cuando escoge cinco víctimas que deberán purgarse de su pasado ominoso enfrentando las temibles trampas mortales, verdaderos juegos de ingeniera para la muerte. El asesino del rompecabezas jugará (como siempre) desde la invisibilidad hasta que por arte de magia (o remiendos del guión) resurgirá de la muerte para seguir “corrigiendo” los malos comportamientos sociales de los seres humanos.
Predecible y muy aburrida, la película recorre cada uno de sus espacios y tiempos icónicos como si quisiera recordarse a ella misma cómo es que funcionaba su estructura macabra. Los lugares comunes de los personajes maniqueos sólo incrementan la distancia entre el horror que se intenta provocar y la carcajada. Mientras que los diálogos y el antiguo efecto del montaje paralelo agotan hasta el cansancio.
Es una lástima porque Jigsaw solía espantar a mucha gente, pero de todo algo se aprende y la moraleja es: mejor retirarse en la gloria.
JIGSAW: EL JUEGO CONTINÚA
Jigsaw. Estados Unidos, 2017.
Dirección: Michael Spierig y Peter Spierig. Guión: Pete Goldfinger y Josh Stolberg. Intérpretes: Tobin Bell, Matt Passmore, Callum Keith Rennie, Hannah Emily Anderson, Clé Bennett, Laura Vandervoort, Paul Braunstein, Mandela Van Peebles, Brittany Allen, Josiah Black. Producción: Mark Burg, Gregg Hoffman y Oren Koules. Distribuidora: BF + Paris Films. Duración: 91 minutos.