Joel

Crítica de Gustavo Mendiola - Loco x el Cine

Una pareja no puede concebir hijos y optan por la adopción de un niño. Sucede que este niño no tiene 8 años (como les habían dicho en la agencia de adopción) sino 9, y además tiene un pasado bastante turbulento para su edad. Los choques en la familia y en la comunidad no tardarán en llegar en este sólido paso de Carlos Sorín quien demuestra ser un director con tacto cinematográfico para la sensibilidad.

Joel transcurre en Tierra del fuego, una zona alejada y con mucha nieve, tan fría y distante como el niño que bautiza al film. Es entonces allí, en el sur argentino donde ocurre el drama humano, el desencuentro y el egoísmo (el famoso cada uno por su lado). Sorín no hace más que diseccionar las relaciones humanas y la introspección ¿Cómo? Con escenas en las que el pueblo está en contra de la familia de Joel “porque es un villero” o dotando de fuerza a Cecilia (notable Victoria Almeida) como una madre dispuesta a todo con el correr del metraje. Una curiosidad: el niño protagonista se llama Joel Noguera.

Si ahondamos en la filmografía de Sorín, ya podían verse sus dotes en Eversmile, New Jersey (1989) ese curioso drama en el que dirigió a Daniel Day Lewis o en su elogiada El perro (2004), por lo tanto hay pruebas y no es casualidad que no haya hecho un film de psicópatas o extraterrestres. Sorín hace films humanos por su “empatía fílmica” por así decirlo, sus personajes son solitarios tanto como esos vastos paisajes que parecen dar la sensación de una falsa tranquilidad.

No será pasión de multitudes pero tiene material para entretener e incluso puede dejar a más de un espectador en reflexión por los temas que toca: familia atípica, discriminación y ausencia del estado.