Marcianos terrícolas
John Carter: Entre dos mundos (2012), basado en las novelas fantásticas del escritor Edgar Rice Burroughs, mantiene la estructura épica de films como la saga de La guerra de las galaxias pero desde una visión más acorde a los tiempos que corren en donde se intercalan la ciencia ficción con la lucha por los ideales sin descuidar el entretenimiento.
La historia nos sitúa en dos planetas: Tierra y Marte. John Carter, un habitante de la tierra, veterano de guerra, misteriosamente es conducido a Marte. Una vez allí se verá envuelto en una sucesión de batallas de las que no solo dependerá su vida sino también la de los habitantes del lugar.
Andrew Stanton, director de películas como Wall-E (2008) y Buscando a Nemo (Finding Nemo, 2003), nos sumerge en un mundo onírico con marcianos de carne y hueso. Con una estructura épica, el film nos va conduciendo por las tradicionales luchas entre el bien y el mal. Aunque esta vez la situación de se da en otro planeta el paralelismo con lo que pasa en la tierra es el mismo. Un mundo extraño y desconocido sirve para entablar una serie de relaciones en la lucha por el poder en un mundo imaginario del que se podría realizar una traslación a un hecho contemporáneo como la guerra de Irak, para bajarlo a la realidad.
John Carter: Entre dos mundos es además entretenimiento y a pesar de la mirada más literata que Edgar Rice Burroughs ofrece en la historia original, el realizador supo captar la esencia y mezclarla con el efectismo que le otorga tener a su cargo una mega producción hollywoodense. El uso del 3D combinado con las grandes batallas y la construcción de los escenarios que intercalan modernismo con medioevo le brindan a la historia esa grandilocuencia que atrapa a aquellos que quieren ver una película pochoclera.
Con final abierto para una posible secuela, John Carter: Entre dos mundos adopta la espectacularidad del cine con la visión más pensante de la literatura en una película que entretiene pero que además tiene un contenido, aunque para muchos éste sea vacío.