El hecho de que el cine de acción esté pasando un momento tan decadente hoy en día es alarmante. Muchas de las propuestas que se estrenaron últimamente brindan un entretenimiento tan vacío y poco ameno que muchos perdemos las esperanzas de ver algo decente continuamente. Cuando hace un par de años “John Wick” (donde acá le dieron el trillado nombre de “Sin Control”) se estrenó en las salas argentinas vimos una luz de esperanza: Representaba una película con unos momentos tan increíbles, que nos quedaron ganas de verla una y mil veces más y, más importante aún, una secuela, que por fin llegó.
Y lo hermoso de todo esto es que “John Wick 2” es aún mejor que la primera, y eso es algo que no se ve muchas veces en el cine actual. “John Wick 2” arranca con una nueva historia que no difiere mucho de lo que fue la premisa de su primera entrega, y sin embargo eso no nos importa, ya que apenas el film empieza nos vemos sumergidos en la espiral de brutalidad y sangre que Keanu Reeves despliega, apoderándose de nuevo de su personaje y de las ganas de ver morir muchas personas con sus habilidades.
Esta segunda parte expande mucho más la mitología del mundo de los asesinos, de la cual sólo habíamos percibido una pequeña parte en aquel film y que nos dejó con ganas de más. En esta oportunidad vemos que el grupo de sicarios abarca todo el mundo, en cualquier ámbito, pueden estar escondidos en cualquier parte sin que nos demos cuenta y eso nos brinda unos cuantos momentos maravillosos que te van a sacar más de una sonrisa. El balance de la acción con muchos momentos de comedia está excelentemente manejado. Sin ir más lejos, la broma al “Papa” es algo tremendo.
Keanu Reeves vuelve a estar impecable (sin ser un actorazo) como Wick, ya creando una leyenda misma con este personaje y con todo lo que puede narrar y lograr con una simple historia de venganza. ¿Por qué no mencioné la misma hasta ahora? Redundante. Creo que es hora de que nos demos cuenta de que, cuando nos sentamos a ver dos horas de pura acción es para disfrutar de un festín de violencia y no para profundizar en todos los huecos argumentales que la misma puede tener.
Las escenas de acción a cargo de Chad Stahelski (que se nota su mano como doble de acción) son impecables y la manera de coreografiar las armas con las peleas es algo sublime. Tiene momentos que nos gustaría rebobinar una y otra vez sin perdernos ni un detalle, donde por momentos hasta la fotografía resalta.
Y no hay mucho más para decir. Al que le gusta este tipo de propuestas y llegó hasta acá ya está convencido, y el que no, tiene muchas otras opciones en cartelera para revisar. “John Wick 2” es un festival de acción, balas, sangre, muerte y rememoración al cine de acción de los 80 y 90 que tantas alegrías nos dio y nos sigue dando de vez en cuando. La principal razón por la que este estreno se celebra, y por la que, si sigue este camino, esperamos con ansias una tercera parte.
Puntaje: 5/5