Dirigida por Chad Stahelski, la película protagonizada por Keanu Reeves es una aceptable secuela que los amantes del género disfrutarán.
El asesino John Wick (Keanu Reeves) vuelve al ruedo para ayudar a un antiguo socio. En esta segunda parte debe viajar a Roma, ciudad en la que tiene que enfrentarse con los homicidas más peligrosos del mundo.
John Wick: Un nuevo día para matar (John Wick: Chapter 2, 2016) se centra en cómo el protagonista realiza múltiples asesinatos. En ese sentido, lo que hay que destacar es la forma en la que están filmadas las batallas: especialmente, la escena que se desarrolla en un salón de espejos.
Reeves se compenetra con su personaje. Y su interpretación, junto a la dirección de Stahelski, logra que algunas peleas se asemejen a coreografías en las que sobresale el estilo.
La película continúa el sarcasmo de su antecesora. Aspecto que le aporta dinamismo y la hace llevadera, teniendo en cuenta que mayormente está conformada por escenas de acción.