La venganza de John Wick no ha terminado aún. Además de intentar recuperar su auto robado, sus acciones despiertan el interés de viejos conocidos. Así es como vuelve a aparecer en su vida Santino, un aspirante a heredar el control de la mafia italiana, y con quien John tiene una deuda de sangre. Obligado por el deber y las reglas impuestas por esta corporación de asesinos, Wick deberá retomar sus viejos hábitos y saldar viejas deudas para por una vez de todas poder retirarse y vivir en paz.
Luego de la enorme sorpresa que resultó John Wick, nos llega tres años después (o dos, dependiendo del país donde sean) la temida y ¿solicitada? continuación, de nuevo con Keanu Reeves dándole vida al temido babayega.
Muchos nos temíamos que se manche tan buen film de acción retro (y que de paso había revivido la carrera de Keanu Reeves) con secuelas innecesarias o que traicionen el espíritu de la película original. Ante esto y sabiendo que estábamos ante una continuación y no una precuela, quedaban dos opciones: calcar la primera entrega casi cuadro a cuadro, o llevar la acción al plano que roce lo ridículo y hacer lo que vulgarmente se conoce como un delirio gracioso.
Sí queridos lectores, los productores y responsables de esta entrega (que son los mismos que el film visto hace tres años) decidieron no solo hacer casi la misma película pero con otros personajes, sino que también optaron por hacer todo lo mas irreal posible, entrando en el terreno de los films protagonizados por Jason Statham o la querida Shoot´em Up.
Así es como en John Wick 2: Un Nuevo Día Para Morir tenemos situaciones idénticas a Sin Control (recuerden que fue el nombre con el que nos llego a varios países John Wick), no solo por la idea o el estilo, sino por las coreografías y hasta la música.
Entonces si la película es casi una copia de la otra, muchos se preguntaran si estamos ante un buen film. Por desgracia no, ya que perdemos el factor sorpresa, y a esta cinta le exigimos bastante más que a una de la que poco pedíamos. A esto hay que sumarle que el villano compuesto por Riccardo Scamarcio no le llega ni a los talones al padre e hijos rusos antes vistos. Solo destacamos la aparición de un actor que no fue usado en la campaña publicitaria y por ende no develaremos en esta review.
John Wick 2: Un Nuevo Día Para Morir es una película de acción que cumple con el concepto de cine como entretenimiento y poco más. Todo lo bueno que nos presenta ya lo vimos en la anterior entrega, y las nuevas ideas en su mayoría fallan. Como secuela es una decepción, como film por si solo es ideal para pasar una tarde, mientras rezamos que la mas que obvia tercera parte repunte un poco.