John Wick: Chapter Two es precisamente lo que uno espera de una secuela. Más grande y ambiciosa, expande la mitología de la original mientras ofrece nuevas e impactantes secuencias de acción que ponen en evidencia a la mayoría de los films del género que llegan en el año. Puede faltarle algo de la contundencia de la primera, pero no por ello es menos especial. Cuando el director Chad Stahelski manifestó que tenían ideas de sobra para superar la acción de la otra, no había que tomar sus palabras a la ligera. Este segundo capítulo hace gala de su presupuesto duplicado pero sin perder el foco, manteniéndose centrado, creíble y anclado en un mundo original al que no le faltan sorpresas.