Hasta el espectador más pasivo se imaginó después de haber visto la arrolladora película que Chad Stahelski y David Leitch estrenaron hace 3 años que John Wick no se iba a quedarse tranquilo. El personaje interpretado por Keanu Reeves vuelve a hacer lo imposible para retirarse de una vez del trabajo de toda su vida, en un film que no solo es igual de directo y frenético que el anterior, sino que, aunque a veces pueda resultar contraproducente, expande el universo en el que transita.