John Wick 2: Un nuevo día para matar

Crítica de Santiago Balestra - Alta Peli

John Wick 2: Me Cag* en la Logica.

Tras recuperar su auto en un intenso tiroteo, John Wick, otrora asesino a sueldo, se dedica a vivir una pacífica existencia junto a su perro. Pero la paz le durará poco, dado a que Santino D’Antonio, el hijo de un mafioso, viene a cobrarle un favor que John le debe, y que este deberá pagar. El favor en cuestión es asesinar a su hermana, quien es la sucesora al liderazgo de la mafia italiana, para que Santino pueda ocupar su lugar. Esto dara inicio a una persecución que él sabe tendrá fin únicamente si elimina a D’Ántonio

El guión no tiene una motivación fuerte. El villano no es fuerte; es un pelele hijito de papá con unas líneas de dialogo que más que infundir temor dan risa. Aparte, si la hermana es una capomafia tan grosa, y John Wick era tan amigo, ¿por qué no unen fuerzas para sacarlo del medio al energúmeno este que se sabe se va a pasar las reglas de la organización por donde el sol no brilla?, en vez de desarrollar las cosas como lo terminaron haciendo. La película desprecia la más mínima idea de lógica; de haberlo hecho se terminaba a los 30 minutos, máximo 45. No hay manera de sostener una película de 2 horas con todas estas incoherencias.

Ah, cierto, me olvidaba: escenas de acción, tiros y cosha golda, eso creen los realizadores que quiere la gente Bang, Bang, Bangity, Bang; Guns, Guns, Guns (decir esto último con voz de Clarence Boddicker en RoboCop). El público, incluso el común denominador masivo al que apunta la mayoría de los productos hollywoodenses, es mas inteligente que eso.

Estoy dispuesto a aceptar que una persona gatille 30 disparos de un arma que sólo permite 7 o 15 en el cargador. Estoy dispuesto a tolerar que con un sólo disparo se pueda hacer explotar un auto. Pero no estoy dispuesto a aceptar que haya un intercambio de disparos en pleno público y nadie se inmute, aunque esas armas tengan silenciador y sea un público de asesinos más que habituados a las armas de fuego. La sola presencia de una tendría que: o cagarte de miedo y hacer que te cubras, o sacar la tuya y estar en guardia. No puedo dejar pasar en una película donde hay decenas de tiros en la cabeza, a alguien que después de recibir uno en la misma, se levante como si nada para que el protagonista le meta otro tiro en la cabeza que finalmente lo mate. Si la idea era hacer un chiste, no tiene una onza de gracia.

Es como si esta película quisiera repetir las buenísimas coreografías de la primera película, y si eso les sale bien, piensan que les van a perdonar todo lo demás. Las comparaciones son odiosas pero en este caso son inevitables; los propios creadores se olvidaron que lo que hizo grande a John Wick no fueron SOLO las escenas de acción. Fueron escenas de acción que partían de una motivación emocional clara que nos hacía identificar y hasta querer al personaje de Keanu Reeves.

Reeves entrega una muy eficiente interpretación; el entrenamiento de armas y artes marciales que tuvo previo al rodaje salta a la vista. Su compromiso es notorio en cada escena. Respecto de Riccardo Scamarcio, quien da vida al villano, estoy dispuesto a extenderle un manto de piedad, porque ni un intérprete shakespereano hubiera sacado adelante al paupérrimo villano que le tocó interpretar.

Dios mío, como descuidaron a Laurence Fishburne; el actor entrega unas exageraciones tan grandes, que un mínimo de dirección de actores como la gente se podrían haber evitado. La asociación con Matrix hace que el espectador pague por ver. Pero no podes esperar que esa asociación te sostenga una escena.

La película mantiene la estética de su original; es decir que evita la agitada cámara en mano y el montaje picado de la mayoría de las películas de acción actuales, en favor de un trabajo fluido de cámara con los cortes justos y necesarios para que se pueda apreciar la acción. Aunque debe decirse que en esta ocasión hubo un trabajo de diseño de producción más elaborado.

Conclusión:
Aunque posee eficientes escenas de acción, el aspecto narrativo de John Wick 2 deja muchísimo que desear. Los realizadores se durmieron en sus laureles y entregaron el polo opuesto, a nivel calidad, de lo que supieron conseguir con la primera.