Un hacker revela la identidad de todos los agentes del gobierno británico, lo que provoca que el Servicio Secreto de Su Majestad se quede sin hombres. El único que sigue de incógnito y que está disponible para averiguar quién es el responsable del hackeo es, por supuesto, Johnny English, espía retirado que enseña técnicas de espionaje a chicos de escuela primaria.
Luego de siete años de ausencia reaparece Rowan Atkinson, más conocido por el público como Mr. Bean. Al igual que su personaje más famoso, el agente Johnny English es un hombre que divierte más con las acciones que con las palabras, y en este retorno Atkinson tiene un vehículo para exhibir todo su talento de comediante apto para los gags visuales.
Hay buenos chistes a cada minuto de esta divertidísima parodia de Bond, e inclusive secuencias enteras que provocan ataques de carcajadas: por ejemplo, el magistral descubrimiento de la realidad virtual por parte de este agente completamente analógico. Emma Thompson también aporta lo suyo al encarnar a la Primer Ministro británica. Las locaciones en la Costa Azul francesa y la excelente música típicamente "james-bondiana" son otros elementos que sirven para recomendar esta comedia a todo aquel que quiera pasar 90 minutos de risas constantes.