Johnny English es un kiosquito comercial que tiene el comediante Rowan Atkinson, quien cada tanto lo abre para volver a las pantallas de cine.
Una de las razones por las que estas películas funcionaron bien en la taquilla es que se estrenaron con una brecha de tiempo considerable entre las entregas previas del 2003 y el 2011.
De ese modo el personaje reaparece después de unos años sin generar una saturación en el público.
Quienes disfrutaron en el pasado las entregas previas de esta parodia de James Bond no van a salir decepcionados, debido a que el nuevo film ofrece un espectáculo similar.
La diferencia de esta continuación es que hubo una mayor producción en la puesta en escena y el tratamiento de la acción, que inclusive brinda escenas más decentes que Venom.
No obstante, el atractivo principal pasa por la comedia a cargo de Atkinson quien compone este rol con una gran influencia de la comedia de situaciones físicas de Mr.Bean y la torpeza del Inspector Closeau de Peter Sellers.
Una paradoja graciosa de Johnny English 3 es que en esta oportunidad incorpora en el reparto a Olga Kurylenko, quien está mejor aprovechada como chica Bond en esta historia de lo que fue su rol en Quantum of Solace.
Aunque Rowan Atkinson no ofrece nada nuevo con esta parodia de 007, al menos la película presenta un pasatiempo entretenido que no necesita recaer todo el tiempo en la escatología o situaciones de mal gusto para hacer reír al público.