En esta tercera parte de la saga de Johnny English (Rowan Atkinson, “Nunca digas nunca jamás” – 1983), está retirado de la vida agente y del espionaje, se dedica a ser maestro en una prestigiosa escuela, sus alumnos son felices, estos reciben en secreto instrucciones para convertirse en un futuro mini espías.
Pero se produce un ataque cibernético todos los agentes quedan al descubierto, para salvar al país entonces Johnny regresa a la acción junto a su ayudante fiel Bough (Ben Miller), Johnny es torpe pero sale ileso, tiene suerte, siempre manteniendo el humor inglés que caracteriza a esta saga.
Todo lo que sigue es una trama sencilla, una peligro mundial que se desencadena en Inglaterra, la Primera Ministro (Emma Thompson) tiene a Johnny English como único agente salvador, este vuelve de nuevo a la acción, y en esta oportunidad el villano es Jason (Jake Lacy). Aquí hay autos asombrosos, armas tecnológicas, locaciones bellísimas (Inglaterra, Sur de Francia y Escocia), una bella mujer que es Ophelia (Olga Kurylenko, casualmente fue una chica Bond, “007 Quantum of Solace”, 2008), llena de sponsor y gags algunos más logrados que otros, con este personaje que emula 007, haciendo algo de parodia James Bond, también hay algo del Inspector Clouseau. Ideal para un público que sigue esta saga y es poco pretencioso.