Del mismo modo que hay un axioma que dice: “Segundas partes nunca fueron buenas”, se encuentra tangencialmente otra que nos avisa: “Siempre hay una excepción a la regla”.
En este caso no solamente esta segunda parte es buena, sino que además es mejor que la primera.
Es verdad que no hay demasiados cambios estructurales, sigue siendo un comedia paródica, en el sentido de ser una imitación burlesca de otras que se consideran como “serias”, pero al mismo tiempo se puede descubrir puntos de contacto con otros filmes del genero, pero más como “robo” que como “copia”.
Desde el relato situar a un personaje, sea policía, agente secreto, espía, desahuciado por su grupo de pertenencia y por sus jefes, que al mismo tiempo les resulta necesario para resolver una situación, es a las claras muy similar a los que le sucedía al inspector Clouseau, interpretado por el genial Peter Sellers, en alguna de la saga de “La pantera rosa”, principalmente en “La pantera rosa ataca de nuevo” (1976).
Entre otros aspectos, la construcción del personaje esta mejor diseñado, y hasta se podría decir que el cambio de responsable en la dirección y de los guionistas fue favorable.
Rowan Atkinson está mejor dirigido, no se presenta como en la primera versión, del año 2003, como el Mr. Bean en un papel de espía, con todo lo que eso significa, menos morisquetas faciales, en menor medida se recurre al recurso de hacer reír por la cara de tonto que pueda poner el actor. Si bien no deja de ser un personaje constituido desde el humor físico, tener un director que marque pautas rígidas de actuación benefició no sólo al actor, sino asimismo al relato, esto también esta sostenido por lo creíble y bien pergeñado que están colocados los personajes que rodean al súper espía.
En relación al guión, hay varios guiños interesantes y referenciales a otros textos, a saber la cabeza del M17, ya no es un hombre, al igual que en James Bond el jefe es mujer, M (Judi Dench), aquí cumple similar cometido Gillian Anderson como Pegaso, que hace irremediablemente que pensemos en el caballo alado de la mitología griega. Hasta podría, debería, profundizar sobre este hecho. No creo que sea casual el nombre del personaje, ni tampoco se podría dejar de lado el origen del nombre, el famoso caballo alado es fruto de la sangre de Medusa, cuando Perseo le cortó la cabeza.
El grupo enemigo tiene por nombre “Vortex”, que vendría a ocupar el lugar de “Caos” en el filme “Súper Agente 86” (2008), pero Vortex es un aparato “agitador” y su misión es desestabilizar el “orden” mundial”., o sea producir caos.
También aparece el temible cazador ingles Quatermain, personaje de ficción del siglo XIX que recorría África durante sus aventuras, pero aquí lo hace en silla de ruedas.
El relato entonces se ciñe a darle la posibilidad de resarcimiento a nuestro héroe, que después de estar exiliado y olvidado por varios años, es recuperado para esa misión. Todo termina por ser una excusa para producir gags, la mayor parte de ellos previsibles o gastados., pero bien resueltos e instalados en el momento justo.