"La delgada línea de la parodia"
Por Denise Pieniazek
“Let everything happen to you.
Beauty and terror.
Just keep going.
No feeling is final.”
Rainer Maria Rilke
Es muy complejo exponer las ideas y reflexiones sobre una película como Jojo Rabbit (2019) puesto que es en gran parte una parodia al Nazismo, una de las ideologías más complejas y atroces de la historia de la humanidad. Si hay algo que varios autores señalan al hablar del nazismo es su capacidad de representación y la puesta en escena de la maquinaria Nazi y su posterior genocidio. Por ello, no es casual que la segunda guerra mundial sea el tema más utilizado en la historia del cine en toda clase de géneros y propuestas estéticas.
Christine Leunens es autora de la novela Caging Skies(2008), en la cual se inspiró Taika Waititi para escribir y realizar este peculiar largometraje. Respecto a Jojo Rabbit se considera que la idea germen de un niño fanático que dialoga con lo que sería un “espectro/presencia” de Hitler, es muy original. Sin embargo, todo el
desarrollo posterior del campamento Nazi, y la ironía con la que es tratada el nazismo hacen parecer al relato carente de originalidad puesto que parece una fusión entre ideas de películas previas como Moonrise Kingdom (2012), Inglourious Basterds(2009), y porque no también, salvando las distancias The Boy in the Striped Pyjamas(2008).
Es muy interesante como la idealización de este niño, el protagonista apodado “Jojo Rabbit” y su mundo de “burbuja” se van modificando, haciéndolo cambiar incluso observándose frente al espejo, alcanzando la madurez. Otro aspecto interesante es la libertad educativa de su madre (interpretada eficazmente por Scarlett Johansson), cuyos ideales distan del mundo que concibe su pequeño hijo y aun así por protección y por desear que su hijo realice su propio camino hasta el saberfrente a la bajada de línea nazi. En dicho sentido cada personaje muestra las distintas reacciones humanas frente al desgarrador contexto de guerra.
Si bien Jojo Rabbit tiene varios momentos bien logrados de complicidad y resulta entretenida, hay una escena cercana al desenlace del relato que en lo personal me parece desacertada y la más polémica de la película. La secuencia en que Jojo deambula por las ruinas de la guerra, que está terminando y muestra la caída del orden Nazi. En ella, mediante la cámara lenta y una música desencajada, los niños son enviados al combate a inmolarse. Esto me parece gravísimo porque si bien es una parodia, no todo es lo mismo, y no es lo mismo un orden totalitario y genocida como el nazismo, que ese acto que estaría más cercano al terrorismo.
Como así también es extraña y algo inverosímil la falta de sensibilidad del niño en algunas ocasiones que no puedo detallar para no producir un spoiler.
Por último, un acierto es la oportuna cita al escritor alemán Rainer Maria Rilke
(1875-1926), lo cual no es casual, porque más allá de su pertinente poesía a
nivel semántico en el relato, también su vida personal se vio atormentada
por los avatares de la guerra, al igual que los protagonistas del relato en cuestión.
En dicho sentido, las menciones constantes a su obra, fundamentalmente giran en
torno al vínculo entre los jovencitos Jojo y Elsa, expresando en consecuencia la
complejidad del amor y los afectos en tiempos de guerra.