Definitivamente no conecto con el humor de Taika Waititi. Las formas y maneras de expresar su arte no coinciden con mis gustos personajes.
Ya sea en blockbusters tipo Thor Ragnarok (2017) o en comedias tales como What we do in Shadows (2014).
Es muy original lo que hace y el abordaje con el que interpela los temas de sus films, Jojo Rabbitt es un claro ejemplo.
Se ha hecho humor con el nazismo y la Segunda Guerra Mundial muchas veces, pero aquí no es solo comedia de la manera en la cual la ha hecho Mel Brooks, sino más bien una coalición de géneros.
Hay una bajada política y social para interpretar, un mensaje para que el espectador decodifique, todo envuelto en un cuento tipo fábula.
De ahí todas las nominaciones a los distintos premios y las buenas críticas que está recibiendo.
También por el genial (y fundamental) casting del joven Roman Griffin Davis como protagonista.
Es impresionante la labor del niño actor ya que toda la película recae en él y como maneja sus emociones. No es fácil encariñarte con un niño fanático nazi y él lo logra con mucha facilidad. Compra al espectador desde el minuto uno.
El resto del cast está fantástico, ya sea el mismo Taika como el amigo imaginario Adolf (gran recurso), Scarlett Johansson como la madre anti nazi o Sam Rockwell como un Capitán de la SS.
El film pasa rápido, entretiene y emociona. Pero dependerá de los gustos y sensibilidades del espectador engancharse por completo y entrar en código. Yo no lo hice.