El clímax de una saga
Como en cualquier ámbito social, profesional o personal, resulta difícil encontrar alguien que trabaje, se entienda e identifique con otra persona de manera natural y fluída. Cuando esos casos ocurren, generalmente son productos de muy alto vuelo o nivel. Equilibrando la brújula para el ambiente audiovisual y de la gran pantalla, Tom Cruise encontró en Christopher McQuarrie el faro que guíe en la dirección correcta a una embarcación como Misión Imposible, con diferentes capitanes a lo largo de su travesía pero sin ninguno que pueda destacarse por encima de los demás. McQuarrie llegó con la anterior entrega, Misión Imposible: Nación Secreta (2015) para poner en boca de todos -otra vez- la saga junto a Tom Cruise como el último héroe definitivo de acción, siendo participe al 100% de las escenas más osadas y peligrosas en la que estaba involucrado. Con más rienda suelta y confianza en su visión de MI, Misión Imposible: Repercusión (2018) se presenta con los pergaminos para ser elegida la mejor película de acción de todo 2018 y quién dice, la de la saga completa.
Nuevamente el equipo de Ethan Hunt (Tom Cruise) se ve envuelto en una red de espionaje, traiciones y mentiras mientras intentan salvan al mundo de un desastre global tras las consecuencias de una misión que no salió del todo bien. Siendo la sexta película de la franquicia, ya se tornó dificultoso encontrar un argumento original, diferente y fresco para contar una nueva historia de este género y carácter, ofreciendo una buena historia pero sin ser éste el punto rutilante de esta clase de películas. La evolución de la saga emprendió un camino de errores y aciertos, llegando con Nación Secreta a encontrar una fórmula definitiva entre escenas de acción tanto de persecuciones, coreografías de combate, un gran equipo detrás de Cruise y plantear una superación en torno a éste, película a película, sobre los retos a enfrentar.
Misión Imposible: Repercusión llega tanto al clímax de la saga como de Cruise como protagonista principal y figura de acción. La película explota sus máximos atributos como es el espionaje, los aparatos tecnológicos que tanto caracterizan a la saga, además de la utilización de la música, el entretejido entre las diferentes conspiraciones, traiciones del más alto calibre secreto y cada uno de sus carismáticos personajes. McQuarrie entendió a la perfección cual es el objetivo de la franquicia y como esconder sus falencias y así para potenciar las habilidades. A su vez, un gran uso de las diferentes e impactantes locaciones -un elemento natural relacionado a Misión Imposible- como París, ayudó a encontrar una fotografía más impactante en las andanzas de Ethan Hunt y su equipo por desmantelar otro plan malévolo para derrocar gobiernos y el orden mundial.
Sí hablamos de Hunt también es propio nombrar a los personajes que lo acompañan a lo largo de varias películas como Baldwin, Simon Pegg y Ving Rhames para encontrar un equilibrio entre tanta acción y dramatismo. Así, Misión Imposible encontró una estabilidad en cuanto a su equipo como también a sus enemigos y figuras que están alrededor, con Sean Harris, Rebecca Ferguson y Henry Cavill cómo última y reciente incorporación.
Misión Imposible: Repercusión es un espectáculo de acción, efectos y combates que impone su propio ritmo deja a los espectadores queriendo un poco más del agente Hunt y su equipo. Visualmente impactante en cada escena de acción, sea en una persecución en moto por París, una lucha mano a mano en un baño o un enfrentamiento entre helicópteros en la nieve. En cada una de estas escalas Misión Imposible: Repercusión se desarrolla con una naturalidad, espontaneidad y locura para cualquiera que quiera y acepte esta clase de show, sin medir las consecuencias entre la realidad y lo inverosímil.