Zombies en La Habana
El exitoso estreno comercial de 7 cajas mostró que hay no sólo un cine latinoamericano dispuesto a conjugar con astucia los géneros clásicos con elementos propios de la tipología social y cultural local, sino también que existe un público argentino dispuesto a verlo en pantalla grande. Así se explica, entonces, el lanzamiento de esta coproducción cubano-española, ganadora del Goya a Mejor Película Hispanoamericana y vista en el Festival de Mar del Plata hace tres años.
Si el film paraguayo se apropiaba de los códigos narrativos del thriller para enmarcarlos en el populoso Mercado 4 de Asunción, el de Alejandro Brugués hace lo propio con una historia de zombies en la ciudad de La Habana. Todo esto mediante el seguimiento de un buscavidas (el Juan del título) y sus amigos, quienes ante la inminente invasión encuentran una hendija para el lucro ofreciendo un servicio de cacería cuyo lema es “matamos a tus seres queridos”.
Con reminiscencias del espíritu clase B de los primeros trabajos de Farsa y varios de los exponentes recientes del llamado CIFA (Cine Independiente Fantástico Argentino), Brugués construye un film menos abocado a la generación de sustos o a las explicaciones científicas del fenómeno que a la comedia negra, ubicándose más cerca de los films de la dupla Edgar Wright y Simon Pegg que, digamos, de los de George Romero o la serie The Walking Dead.
A diferencia de 7 cajas, da la sensación de que en algunos momentos Brugués está demasiado preocupado por (re)marcar los orígenes del film mediante referencias gratuitas pero constantes al socialismo, a Miami y a Fidel Castro, entre otros elementos. Hecha la salvedad, Juan de los muertos termina siendo una comedia negrísima sumamente eficaz, divertida y hecha con conocimiento del género, méritos que no muchas películas pueden adjudicarse.