Zombies capitalistas acechan la paz social
Dos buscavidas están pescando en el mar y de pronto se encuentran un zombie. A poco hay una plaga de zombies en todas partes. Y todos tontos y angurrientos. El vecino viejo se zombizó de golpe, y hay que tenerlo a raya. Entonces a uno de los buscavidas, el más descreído y aprovechativo, se le ocurre un negocio: "Juan de los muertos, matamos a sus seres queridos". Por supuesto, es un trabajo insalubre.
Por supuesto, también, ésta sería una comedia como cualquier otra de la especialidad, a no ser, digamos, por un detalle aislado: esto transcurre en Cuba, y lo que vemos no solo es un gran entretenimiento propio de un admirador de Edgar Wright o George Romero, los western y el kung-fu, sino, particularmente (y aquí está la salsa) es una feroz sátira cubana contra el propio régimen. Entonces, la radio oficial no anuncia una invasión de zombies, sino una alteración causada por disidentes empujados por el imperialismo, la población corre desesperada entre lugares desvencijados en un sálvese quién pueda, hay masacres de toda índole, un grupo de antihéroes lucha palmo a palmo, zombie a zombie, y al final, ah, ese final no se lo espera nadie. Único, inesperado, excesivo, sarcástico, sangriento, terrible, y terriblemente político.
Autor, un grandote llamado Alejandro Brugués, nacido en Buenos Aires allá por 1976, cubano de alma, y crítico hasta el alma de la sociedad en que vive. Y a la cual ama, pese a todo. Protagonista, Alexis Díaz de Villegas. En apariciones especiales junto a travestis y turistas, el comediante español Antonio Dechent como Padre Jones, y el director Pavel Giroud como zombie fumigador (no confundir con Ivan Giroud, director del Festival de La Habana). Goya al mejor film latinoamericano 2012, primer premio en el Festival Internacional de Cine Fantástico de Bruselas, el Fangoria, el Fantasporto, Biarritz y (por supuesto) Miami. Un regocijo.