Pequeña gran película sobre una chica de doce años, en esa frontera incierta entre la infancia y la adolescencia, que debe lidiar con su vida de colegio inglés, sus propios deseos, su familia y lo que implica su edad. Pero todo contado con amabilidad, calidez, humor, precisión cinematográfica (es decir, las imágenes que desfilan ante nuestros ojos son las justas para contar la historia) y una simpatía notable. Un mundo completo sobre una temática delicada.