La nominada a 6 Premios Oscar mantiene un gran nivel gracias a dos de las mejores actuaciones del año con Daniel Kaluuya y LaKeith Stanfield al mando.
Esta película sirve como un drama biográfico de ficción, con momentos dramáticos y fervientes discursos subversivos que dan vida a una historia verídica y a un testimonio de un documental bien informado, que realmente existió, como fue la docuserie Eyes on the Prize (1987), de la cual Judas and the Black Messiah saca algunos fragmentos.