Nuevamente una película que revela una realidad social, política e histórica vuelve a estar postulada a los Premios Oscar. “Judas y el Mesías Negro” está nominada a 6 categorías: "Mejor Película", "Mejor Actor de Reparto", "Mejor Guion Original", "Mejor Fotografía" y "Mejor Canción Original".
Bill O'Neal (Lakeith Stanfield) debe saldar deudas con la ley y para ello se infiltra en el partido social y político "Panteras Negras" donde deberá espiar a su líder Fred Hampton (Daniel Kaluuya) para enviarle información al FBI.
La historia refleja a la perfección las desigualdades sociales, políticas y la discriminación racial que existía en Estados Unidos a finales de los años '60. El guion y la dirección (Shaka King) se encargan de tratar estos temas con sumo cuidado, respetando aquel proceso histórico.
Todo el trabajo interpretativo es excelente. El cast estuvo perfectamente estudiado, la elección de estos actores y actrices (Lakeith Stanfield, Daniel Kaluuya y Dominique Fishback) es sumamente precisa en cuanto a sus parecidos con los verdaderos personajes históricos que protagonizaron esta historia.
Quiero hacer un apartado para destacar la actuación de Daniel Kaluuya que logró captar la esencia del joven revolucionario Fred Hampton y gracias a ello su interpretación se encuentra entre las más destacadas del año.
La fotografía es muy correcta. Sin sobresalir demasiado, logra recuadrar de manera calcada algunos acontecimientos que marcaron un antes y un después en la historia estadounidense.
La película logra todo lo que se propone, da a conocer una historia contando detalladamente los sucesos y contextualizando al espectador, a través de las ambientaciones, en los alocados años '60.
Si existe una manera ideal de realizar un film basado en hechos reales, es esta. Nos empapa de contexto histórico y nos refleja las injusticias que rondaban en aquellos años y que lamentablemente hoy siguen latentes.
Por Leandro Gioia